En estos tiempos de economía digital y sociedades virtuales ya nada es seguro. La privacidad deja de ser un derecho para convertirse en una situación fáctica, una mera circunstancia que, dependiendo del día y el estado de ánimo de algunos virtuosos cibernéticos, puede simplemente anularse. Algo así como cuando tu "private profile" en facebook fue "hackeado" y jamás supiste cómo ni quién. A todos nos ha sucedido alguna vez, incluso al HSBC (Hong Kong and Shanghai Banking Corporation). Sí, es cierto, incluso a ellos.
Como seguramente saben, los sistemas informáticos de la filial en Ginebra (Suiza) del banco HSBC fue hackeada por Hervé Falciani en 2008, quien divulgó la base de datos de más de 106 mil cuentas bancarias de personajes y empresas de todas las nacionalidades y residencias, favorecidas por el secretismo y la criptopolítica financiera que en ese entonces reinaba en los cantones helvéticos.